La integración de la Terapia Gestalt y Sistémica en el proceso terapéutico
- Cinthya Urbina
- hace 6 días
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La terapia Gestalt abre un espacio íntimo donde cada persona puede reconectarse con su verdad interior. Más allá del análisis racional o del peso del pasado, invita a habitar el momento presente con conciencia plena, integrando pensamiento, emoción y acción en un todo coherente y vivo.
Nacida a mediados del siglo XX de la mano de Fritz y Laura Perls, esta corriente humanista honra la capacidad de autorregulación y sanación inherente en cada ser humano. Desde esta mirada, el crecimiento personal no es forzado ni impuesto, sino que surge de la autenticidad, de la escucha profunda y del respeto al propio ritmo.
La integración de la terapia gestalt y sistémica en el proceso terapéutico se entrelaza de manera natural con los principios de la terapia sistémica, donde también se reconoce que nadie existe aislado: todo individuo forma parte de redes de vínculos, historias y fuerzas que le dan forma. Ambas perspectivas comprenden que sanar implica integrar: integrar las propias emociones, integrar las relaciones, integrar la historia personal en un todo que permita avanzar con mayor ligereza y sentido.
Gestalt y terapia sistémica coinciden en algo esencial: el cambio no se produce corrigiendo lo que está "mal", sino despertando la conciencia, reconociendo lo que es y eligiendo desde allí caminos más amorosos y auténticos.
Acercarse a la terapia Gestalt es regalarse un espacio para reencontrarse. Es una elección valiente para quienes transitan cambios vitales, duelos, bloqueos emocionales o simplemente sienten el llamado a vivir con mayor plenitud. Es un acompañamiento cálido y respetuoso para quienes buscan no solo resolver un malestar, sino también abrazar su historia, fortalecer sus vínculos y caminar su vida desde un lugar más libre y consciente.
En cada proceso, como en la vida misma, la terapia Gestalt y la terapia sistémica nos recuerdan algo fundamental: somos parte de un todo y en esa totalidad reside nuestra fuerza más profunda en donde la conciencia y la toma decisiones emergen como grandes pilares.
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